domingo, 13 de septiembre de 2009

Propuestas: Centro de estudiantes

Practiquemos el CECSO

Desde Mov. Proyecto Sur y El MATE y creemos que el Centro de los Estudiantes tiene que trabajar y hacer converger tres ejes: lo académico, lo gremial y la articulación que de ello surge y que nosotros llamamos practicar la universidad. Nuestra apuesta es que el Centro pueda construir una mirada integral de la facultad en todas sus instancias. Por eso proponemos:

Crear un espacio físico del Centro de Estudiantes
¿A donde recurrir si tenemos un problema en la facultad? ¿Al departamento de alumnos, a la dirección de nuestras carreras, a la misma institución con la que tenemos el problema? ¿Y si nuestro problema es justamente con un profesor, con una materia, o con la misma facultad?

¿Dónde esta el centro de estudiantes?
Es importante que el centro de estudiantes tenga un espacio físico en cada una de nuestras sedes, para poder acercar nuestros problemas inquietudes, necesidades y propuestas. De esta manera el centro se hace visible, presente, como herramienta gremial para el conjunto de los estudiantes. Al mismo tiempo, permitiría que muchos estudiantes que hoy no participan y no practican directamente su herramienta, puedan hacerlo.

Una Secretaría de Investigaciones
Un espacio para promover y difundir los circuitos oficiales y no oficiales de producción y circulación del conocimiento. El objetivo es estar informados sobre jornadas, encuentros, congresos y voluntariados que estén en vinculación con nuestras carreras, poniendo siempre en tensión cómo son estos circuitos, qué sectores los promueven y al servicio de qué intereses producen conocimiento.

Publicación periódica de la revista del centro
Celebramos la iniciativa de la actual gestión del centro de recuperar una publicación propia de los estudiantes. Nuestras carreras carecen de instancias prácticas concretas donde ejercitar el debate y la reflexión, y nos parece que la publicación del centro tiene que ser el espacio donde los estudiantes de las diferentes carreras puedan compartir y publicar su trabajo. Las publicaciones deberían realizarse de forma periódica, mediante convocatorias abiertas al conjunto de los estudiantes.

Discutamos entre todos qué centro queremos

El Centro de Estudiantes, a través de los “servicios” que presta, genera un excedente que nos pertenece a todos, porque el centro es una herramienta del conjunto estudiantil. Sin embargo, hasta ahora nunca se generó un espacio donde todos pudiéramos participar y opinar sobre el destino de ese dinero que podría solventar becas de estudio, de investigación o iniciativas colectivas.
Y si bien sabemos que hay roles que le incumben sólo a la Facultad y al Estado y que el Centro no está para “tapar agujeros”, también pensamos que con el excedente obtenido por el Centro se puede dar respuesta a varias de las problemáticas de quienes cursamos día a día. Y que esas problemáticas no aparecen si nadie las señala. Por eso, proponemos para el Centro, un presupuesto participativo, con intervención de las agrupaciones políticas y sociales que conviven en la facu, los estudiantes no agrupados, los trabajadores de los servicios del centro, y todos los actores implicados en la dinámica estudiantil.

Hacia el Estatuto para Sociales
El movimiento estudiantil de nuestra facultad tiene una tarea pendiente desde hace muchos años: el Estatuto del Centro.
Creemos que es fundamental emprender un proceso estatuyente en Sociales para avanzar en algo que permitiría que, más allá de las diferentes agrupaciones que conduzcan el centro de estudiantes, se garantice una continuidad en lo que hace a los derechos de todos. Sabemos que sólo con un estatuto no se solucionan los problemas del Centro, porque un Movimiento Estudiantil fuerte, organizado, y participativo, no se construye de un día para el otro. Sin embargo El Estatuto implicaría un marco que regule las actividades realizadas por el Centro, para que sus acciones no queden libradas al azar o a la buena voluntad de los que los conduzcan.
Nuestra propuesta es que el estatuto:

Establezca secretarías: Porque las entendemos como un espacio de encuentro, participación, y producción de los estudiantes de las diferentes carreras, y porque consideramos que hay temas que conciernen al movimiento estudiantil, más allá de la coyuntura.

Institucionalice al Centro: El hecho de contar con personería jurídica, le permite al Centro de Estudiantes ser reconocido como ente colectivo a nivel jurídico, para que las acciones que se lleven adelante, no sean producto de la coyuntura de una elección, sino de un espacio colectivo.

Regularice de manera bimestral una comisión de balances: No solo para auditar los balances del centro, sino también para hacerlos públicos.

Garantice un sistema de becas: Que alcance a un número cada vez mayor de compañeros y que al mismo tiempo que promueva el acceso al material de estudio, financie la investigación producida por los estudiantes.

Reclamo por el edificio único y creación de una comisión de seguimiento: Para mantener en pie el reclamo y que cada vez seamos más. Y para estar siempre al tanto, promovemos la creación de una comisión que se encargue de seguir el desarrollo de la construcción del edificio teniendo en cuenta plazos y objetivos. Además esta comisión estaría encargada de comunicar a todos los estudiantes el estado de la construcción, para que podamos intervenir proponiendo a partir de nuestras necesidades.

Propuestas: CIENCIA POLÍTICA

De qué hablamos cuando hablamos de Ciencia Política
Desde Proyecto Sur y El MATE seguimos insistiendo en tener una visión crítica de la carrera. Es nuestra tarea como estudiantes dar un debate profundo, entendiendo que lo que está en juego es nuestro futuro y el de nuevas generaciones.
Con la unidad como bandera, nuestra intención es plantear la discusión en un sentido amplio, que nos contenga a todos aquellos que día a día discutimos la triste realidad de una carrera que, gracias a la miopía política de muchos, las prácticas espurias de su actual dirección y a las deficiencias estructurales que tiene, no puede ver más allá de sus propias narices.

“Ah…¿Vas a ser político?”
Si queremos buscar algo que todos los estudiantes de Ciencia Política tengamos en común, probablemente encontremos esa coincidencia en el hecho de que nuestros vecinos, amigos y familiares no tienen la menor idea de a qué se dedica un politólogo.
La carrera tampoco nos ayuda mucho: sigue predominando el paradigma neoliberal que busca formar técnicos para el mercado del trabajo. ¿Qué implica esto? En principio, que los politólogos estudiamos “la política” pero no tenemos que practicarla.
El mensaje oficial es claro: o hacés encuestas o te convertís en una máquina de redactar papers inútiles para una comunidad científica que podría desaparecer de la faz de la tierra sin que casi nadie se inmute.

¿Una carrera universitaria, o un curso de 5 años para ser licenciado?
Entre todas las peculiaridades que tiene nuestra carrera, se destaca aquella que la ubica como una de las pocas de toda la universidad que no requiere tesis ni prácticas pre-profesionales para recibirse. Por más increíble que suene, cualquier estudiante de Ciencia Política que termine de cursar las 18 materias obligatorias, las 4 optativas, los 2 seminarios y los 6 niveles de idiomas, puede sentarse tranquilamente a esperar que le entreguen su diploma.
Por otra parte, materias como Historia Contemporánea o Teoría Política y Social I y II se convierten, por su insuficiente carga horaria en una carrera contra el reloj para leer toda la bibliografía que podamos, con el objetivo principal de aprobar.
A todo esto se suma la insuficiente cantidad de metodología que se ve en la cursada (así como la manera superficial y esquematizada en que se enseña), que nos deja sin las herramientas necesarias para realizar producciones propias.

En busca de la Junta de Carrera perdida
Desde que Jorge Mayer (Alternativa Académica) gobierna la carrera (junto con la complicidad de los consejeros estudiantiles de la UES), la junta de carrera se convirtió en un ámbito de negociación entre estas agrupaciones para tratar de conseguir la mayor cantidad de profesores y graduados que les aseguren el voto cada dos años y poder así mantener el statu quo de la actualidad.
Desde hace ya mucho tiempo, sin ningún criterio claro más que la arbitrariedad de los funcionarios enquistados en la gestión de la carrera y sus prácticas clientelistas, se intentan borrar de un plumazo materias optativas y reducir módulos, llegando incluso a intentar eliminar del mapa dos orientaciones enteras de la carrera (Política Latinoamericana y Teoría y Filosofía Política). La Asamblea Interclaustros de Ciencia Política (que, como el vitel thoné, sólo aparece a fin de año) logró impedir la materialización de algunos de estos acuerdos, pero dio sobradas muestras de incapacidad a la hora de construir un espacio político que pueda despertar a la carrera del actual letargo en que se encuentra.

Teoría Política: Colonización y después
En la carrera de Ciencia Política en particular y en la Facultad de Ciencias Sociales en general, el gran ausente es el Pensamiento Político Argentino y Latinoamericano.
Son muy pocas las cátedras que nos muestran que en Nuestra América también hubo intelectuales que pensaron “lo político”, combinando permanentemente la teoría y la praxis. Es claro que para un politólogo es muy importante leer a Platón, a Weber, Marx o Foucault, pero esa formación que surge en el continente europeo necesariamente debe ir de la mano con una historia propia que nace desde lo profundo de nuestro continente y de sus luchas. Si queremos conocer el pensamiento vivo de hombres que marcaron el destino de nuestro pueblo, como Moreno, Bolívar, Mariátegui, Scalabrini Ortiz, el Che, Cooke o Jauretche, tenemos que meternos en ese pantano de contenidos y categorizaciones que hoy es la oferta de optativas y seminarios. Por eso creemos necesario incorporar a la formación de todo politólogo el pensamiento político argentino y latinoamericano, para romper con el colonialismo intelectual y poder ver la realidad y actuar sobre ella con nuestros propios ojos.

Cambiar la carrera para pensar un país
Por todo lo que venimos diciendo, entendemos que es urgente y necesaria la reforma del Plan de Estudios y el desarrollo de jornadas interclaustros de discusión y debate, para poner la carrera en función de un pueblo que reclama a gritos un movimiento político de liberación.
Creemos fundamental la presencia de consejeros estudiantiles que estén al servicio de este cambio necesario, construyendo a partir de la unidad en la diversidad, para terminar de una vez y para siempre con esta disciplina que se enmarca por fuera de la acción transformadora y crear una ciencia política del pueblo, por el pueblo y para el pueblo.

Propuestas: COMUNICACIÓN

Qué pensamos y qué hicimos
¿Para qué estudiamos comunicación? ¿Cuál es el sentido de formarnos e intervenir como comunicadores? Estas son algunas de las preguntas que nos hacemos y debatimos junto con nuestros compañeros de cursada en las aulas, comisiones del Centro de Estudiantes y la Carrera de Comunicación.
Desde El Mate y Movimiento Proyecto Sur creemos que un proyecto de transformación para la carrera de Ciencias de la Comunicación debe construirse de manera integral entre estudiantes, docentes y graduados. Para que este cambio se dé hay que dar una discusión de fondo.
¿Qué es la Junta de la Carrera? ¿Cuál es el rol de los consejeros estudiantiles?
La Junta es el espacio de gobierno de la carrera de Comunicación. Tienen representación en la misma los tres claustros: profesores, graduados y estudiantes, que son elegidos en las elecciones obligatorias en igual proporción (cinco personas por claustro).
Esta instancia de debate y encuentro se diferencia del Consejo Directivo, en tanto este es el único espacio resolutivo de la Facultad. Sin embargo, consideramos que se trata de un espacio privilegiado donde podemos confluir quienes formamos parte de la carrera, para pensar juntos cuáles son las problemáticas que la atraviesan y cómo resolverlas. Creemos que en este contexto los Consejeros Estudiantiles debemos cumplir un rol de fuerte articulación con el Centro de Estudiantes, expresar y defender los intereses del movimiento estudiantil.
Otra vez sopa
La Dirección de la carrera de comunicación no nos depara muchas sorpresas. Después de diez años de gestión bajo la conducción de la agrupación de graduados y docentes Nexo, son muy débiles los aires de cambio que alguna vez resoplaron.
La gestión de Alejandro Kaufman como Director en los últimos dos años expresó la profundización de un proceso de burocratización. El tratamiento de temáticas complejas y profundas, como es la reforma del plan de estudios, como si fueran cuestiones administrativas, fue el signo que marcó este período. La Carrera no cuenta hoy con una voz pública, no interpela a quienes integramos la comunidad académica, en tanto se encuentra aislada del movimiento estudiantil.
Pero, ¿qué paso este año con la reforma del plan de estudios? Después de dos años en los que la Dirección de la Carrera no generó instancias de debate sobre la transformación de la currícula, el Director Alejandro Kaufman, presentó para aprobación de la Junta una propuesta que contenía tres puntos: “desvinculación de la nota de la tesina del TAO, incremento de electividad en las orientaciones y reducción de correlatividades”.
Entendemos que la Dirección de la Carrera no manifestó un interés profundo por generar instancias de debate amplias, que involucren a todos los actores interesados en el tema, para llevar adelante la reforma del plan de estudios.
Insistimos en que es fundamental partir en un proceso de reforma de la pregunta por el sentido de la carrera, de nuestra formación, del tipo de aporte que realizamos como comunicadores y que, en función de este interrogante, deben considerarse los cambios sobre la malla curricular.
Acompañando este proceso, creímos necesario brindar a los compañeros y compañeras que iniciaban la Carrera un Taller de ingresantes para indagar y preguntarnos por qué estudiar Comunicación en la Universidad Pública. Señalamos que la profesionalización de los egresados es un aspecto importante en lo personal, pero creemos que esta mirada individual no alcanza para pensar una comunicación para otro tipo de país.
En este contexto hace siete años que venimos discutiendo y pensando nuestra formación que es atravesada por algún eje de la coyuntura nacional con estudiantes del resto del país en los Encuentro Nacionales de Estudiantes de Comunicación. El último, realizado en Rio IV, estuvo fuertemente marcado por los debates en torno al proyecto de Ley de Servicios Audiovisuales.
No compartimos la idea de que nuestra facultad esté por fuera de lo social. La Universidad, como espacio de producción de conocimiento, es constitutiva de lo social y por ende de la sociedad. Entendemos que la producción de conocimiento está en disputa y en necesario darla de forma integral. Entendemos que lo importante es Practicar la Universidad, es necesario poner en dialogo los conocimientos producidos en nuestras carrera con nuestro pueblo.
¡Vamos por más!
Entendemos que la gran demanda para la carrera consiste en que podamos definir juntos, estudiantes, graduados y docentes, un nuevo plan para la carrera de comunicación. Este tiene que expresar muchas de nuestras demandas, como la falta de articulación entre materias, la innecesaria reiteración de contenidos pero, sobre todo, debe expresar una propuesta clara sobre qué comunicadores queremos formar, en función de qué proyecto de país.
Sostenemos entonces que el plan de estudios tiene que cambiar, para que la carrera forme comunicadores que puedan combatir la concentración de los monopolios de medios, generar diversidad y pluralidad de contenidos en la tele, la radio y los diarios, lograr que las organizaciones sociales y medios alternativos tengan más voz y más voto en el espectro radioeléctrico, entre tantas otras tareas que aportan a democratizar la información y la comunicación a lo largo y ancho de la Argentina.
Por todo esto militamos, por todo esto creemos que hacer política en la carrera de comunicación es necesario para que tengamos una cursada distinta.Un futuro mejor para quienes habitamos estos lares y para quienes merecen una sociedad cada día más justa.

Propuestas: SOCIOLOGÍA

Una sociología de cara a un nuevo país

Los que estudiamos sociología, caemos en algún momento de la carrera en una crisis vocacional. Las razones son varias: están los que no encuentran una salida laboral que se acerque a las expectativas al empezar la carrera, los que se enamoraron de Socio General y no encontraron un correlato de eso en el resto de las materias, los que no llegan a entender para qué siguen sociología, los que sí entienden pero quieren investigar y no saben qué es investigar ni dónde queda eso… muchas razones. Desde acá, algunas respuestas a las que llegamos los compañeros y compañeras de Móv. Proyecto Sur y El MATE .

Objetivo específico: describir al sujeto “sociólogo”

La angustia del estudiante de sociología tiene mucho que ver con que si bien en la carrea nos formamos en un discurso netamente de “izquierda”, cuando salimos al campo laboral nos encontramos con una práctica profesional donde nos cruzamos con nuestros compañeros como sujetos individuales en un ámbito fuertemente competitivo. Otro problema relacionado con este es la profunda desarticulación entre el discurso que creamos desde la carrera y la capacidad de llevar adelante ese discurso en el plano de un proyecto nacional y comprometido con nuestro pueblo.
En este sentido, creemos y confiamos en que una fuerte transformación en la política académica de nuestra carrera puede ayudarnos a revertir estas consecuencias y, desde nuestro espacio, pensamos que tenemos mucho para aportar a esta transformación.

Objeto de estudio: la Junta de Carrera de Sociología

Como estudiantes de Sociología, recuperamos la posición de la última Junta de Carrera en cuanto instalar el debate acerca de nuestro plan de estudio. También coincidimos con la actual junta en la postura de resistencia ante la Resolución 2110/03, por la cual la universidad buscó avanzar hacia un esquema de achicamiento presupuestario y disminución en la pluralidad de materias. Sin embargo, creemos que nuestro plan sigue contando con muchas falencias, que tienen que ver con la desarticulación entre los ejes del programa y de estos con la práctica en la investigación, la ausencia de materias que nos sirvan para discutir política pública, la falta de discusión acerca de las teorías y la producción académica más reciente y, sobre todo, la imposibilidad de discutir, aprender, y generar conocimiento acerca de los grandes problemas de la Argentina.

Objetivo exploratorio: la desarticulación entre los ejes y la práctica de la sociología

El Plan de Estudios del 2008 buscó reafirmar, a través de las redefiniciones en torno a las orientaciones, una idea pre-delineada en el plan de 1987: la de pensar las orientaciones como espacios de convergencia de las distintas materias en la producción de conocimiento. En este marco, los “ejes” en los que se ordena nuestro programa (el metodológico, el histórico, y el teórico) deberían funcionar como espacios dinámicos y complementarios de construcción. Lo cierto es que éstos terminan funcionando, en la práctica, como compartimentos estancos sin ámbitos reales de coordinación.
En nuestro espacio, pensamos que solo desde la experiencia concreta de la investigación se puede reencauzar estos ejes en lo que el espíritu del plan promueve, que es la complementariedad y el dinamismo en los saberes. Por eso celebramos las experiencias que ya existen al respecto, y aspiramos a promover más cátedras de investigación desde el principio de la carrera en un marco de articulación con los tres ejes de las obligatorias.

Rescatar al Estado como un ámbito de disputa

Al día de hoy, en Sociología sólo existe una sola materia, optativa, de planificación de políticas sociales. Esto no siempre fue así: durante la recuperación democrática, Sociología buscó hacer aportes significativos a la creación de políticas públicas y la formación de sociólogos en este tema. Pero durante los noventa, con el achicamiento del Estado, esta tarea quedó casi exclusivamente en manos de los economistas.
En nuestro espacio sostenemos que el Estado, más allá de su raíz de clase, es hoy más que nunca un espacio de disputa, tal como lo plantean las experiencias de Bolivia, Venezuela, y Ecuador. En base a estas experiencias, y a nuestra apuesta a recuperar el Estado a favor del avance del campo popular, es que aspiramos a que Sociología vuelva a discutir política pública.

Variable: “eurocentrismo”

Teniendo en cuenta las diferentes cátedras de nuestras materias obligatorias encontramos en el análisis de sus 38 programas que más del 75 % de la bibliografía es de origen europeo y norteamericano. El 25 % restante es de origen argentino o latinoamericano. De esto, solo la quinta parte es obligatoria. Nuestra carrera maneja conceptos y categorías europeizantes que nos impiden generar un conocimiento propio y emancipador.

¿Qué está pasando ahora? Y ¿Quiénes están pensando el ahora?

Un problema que detectamos en la carrera es el hecho de que recién empezamos a tratar temas vinculados a la realidad social actual cuando estamos en tercer año. Análisis de la Sociedad Argentina es la única materia de las obligatorias en la que tratamos estos problemas, y en las optativas, la decisión acerca de estudiar la realidad actual corre muchas veces por cuenta de los propios estudiantes. Este problema está atado a otro, que es que más allá de la etapa de la carrera en la que nos encontremos, los debates sociológicos y las lecturas de la problemática cotidianas, no encuentran cabida en nuestra facultad. Frente a esto proponemos agregar a las obligatorias una materia que contemple los problemas sociológicos contemporáneos de Argentina y la región, y una en la que se traten los nuevos problemas sociológicos a nivel mundial. Es hora de que los sociólogos construyamos una carrera que pueda aportar teórica y prácticamente a la reconstrucción del campo popular y a dar respuestas a los grandes problemas que vive y sufre el pueblo argentino.

Propuestas: CONSEJO DIRECTIVO

El Consejo Directivo es el órgano máximo de decisión de la Facultad. Es ahí donde se debaten y plantean las políticas académicas, presupuestarias y de extensión. También es el Consejo Directivo el que elige al Decano y Vice Decano y a los Directores de las Carreras.

Estas son algunas de las propuestas que tenemos para nuestra facultad:

1. Recuperemos Eudeba
Eudeba surgió en 1958 y supo tener más de 30.000 títulos propios. Se consolidó como una de las editoriales más prestigiosas de America Latina bajo el lema, durante los sesenta, de “un libro al precio de un kilo de pan” Durante la década del noventa, gran parte de sus títulos fueron vendidos, y actualmente su catálogo es de 600, de los cuales solo cerca de 60 son de ciencias sociales y políticas, de los que a la vez menos de diez son utilizados en nuestra carrera.
Queremos que el directorio de la editorial contemple un consejo consultivo, de modo de respetar su autonomía, en el que representantes de los Directivos de todas las facultades acerquen a la editorial las prioridades de cada Facultad, para que el centro no tenga que pagar a las grandes editoriales los derechos de las obras que estudiamos, muchas de las cuales surgen de docentes e investigadores de nuestra propia casa de estudios.

2. Democracia Participativa:
Los procesos de democratización son más complejos que el planteo de
“un hombre – un voto”. Para democratizar nuestra facultad proponemos que el Consejo Directivo pueda convocar a plebiscitos obligatorios no vinculantes ante temas de interés común.

3. Desde la Jornada Interclaustros, discutamos política pública
Impulsar una Jornada Interdisciplinaria e Interclaustros de Ciencias Sociales, donde se puedan poner en juego los diferentes conocimientos producidos por la facultad. Entendemos que cada jornada tiene que tener un eje articulador de las diferentes instancias de participación, haciendo especial énfasis en la discusión acerca de las políticas públicas de nuestro país, con una perspectiva a largo plazo que.

4. Por más transparencia, vamos por más concursos
Creemos fundamental profundizar la política de concursos docentes llevada adelante por la actual gestión, con el objetivo de que en el mediano plazo no haya un solo docente sin concursar al frente de los cursos.