domingo, 15 de noviembre de 2009

Documental: La Pampa Sumergida

Documental sobre la situación de los territorios y recursos del Atlántico Sur




Realización: ALEJANDRO AREAL VELEZ / Entrevistas: GRAL. JORGE LEAL (Jefe de la primera expedición argentina al Polo Sur), LIC. FELIX HERRERO. ING. MARIO CAFIERO. Agradecimiento:HORACIO EMILIO SOLARI. Colaboraron: JUAN CARLOS CERNADAS LAMADRID, JAVIER LLORENS, FEDERICO URIOSTE Y SERGIO OGGIONI. GRUPO ULISES

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Liliana Parada: "De la UCEP no debe quedar ni el nombre"


Después de la larga serie de denuncias por los desalojos y golpizas a habitantes de la ciudad, con violentos métodos paralegales, el gobierno porteño anunció la desarticulación de la temible unidad de "control del espacio público" y aseguró que el manejo de los sintecho pasará al área social porteña. La legisladora y próxima diputada nacional, Liliana Parada, advirtió que los "manejos autoritarios" del macrismo no se terminan con la UCEP.

La diputada de Proyecto Sur, Liliana Parada, aseguró que "de la UCEP no debe quedar ni el nombre", al referirse a la reunión que mantuvo la defensora del Pueblo, Alicia Pierini, con el ministro de Medio Ambiente Juan Pablo Piccardo, donde se determinó que la problemática de la gente en situación de calle pasara a formar parte del ministerio de Desarrollo Social a cargo de María Eugenia Vidal.
"Muchas personas en situación de calle confiaron en la Defensoría del Pueblo a la hora de llevar las denuncias de cómo la UCEP, fuerza de choque del Gobierno macrista, los golpeaba y amenazaba para desalojarlos de la calle, espacio que ocupaban claramente por no tener alternativa", afirmó Parada.

"Cuando las pruebas del proceder antidemocrático involucra a las más altas autoridades del gobierno de Macri (Piccardo, Rodríguez Larreta, etc.), la Defensoría del Pueblo acuerda con estos funcionarios, autores del plan sistemático de represión ilegal en la Ciudad, que las personas en situación de calle pasen a ser atendidos por el BAP (Buenos Aires Presente), que depende de la ministra Vidal", agregó.
"¿Se piensa acaso que el BAP, que hasta ahora fue un eslabón fundamental, por acción y omisión, de este sistema represivo para personas en situación de calle puede hoy garantizar que la UCEP no funcione más?", se preguntó.
La legisladora de Proyecto Sur señaló que "es preciso recordar que el Ministerio de Desarrollo Social, con el BAP, realiza las tareas previas de inteligencia por medio del cual se notifica la cantidad de familias en situación de calle, de manera informal, al aparato de `inteligencia` de la ciudad".
"La Defensoría no puede ignorar tampoco que el carácter de la UCEP es de una fuerza de choque paraestatal y que, por ende, este supuesto desmantelamiento nada cambia", dijo.
"No estamos dispuestos a formar parte de un acuerdo de impunidad, donde no hay ni una sola renuncia de los responsables de estos hechos, quienes seguirían bajo la órbita del Gobierno de la Ciudad y donde nada indica que una fuerza que tiene un carácter claramente paraestatal, deje de funcionar", aseveró Parada.
"Seguimos pidiendo juicio y castigo para todos los responsables y nunca más fuerzas de choque golpeando a personas en nuestra Ciudad", concluyó en declaraciones a Télam.

Fuente: Infosur

La tarea en la ciudad

» Por Julio Raffo - Legislador Electo por Proyecto Sur
El 10 de diciembre comenzará el mandato de los legisladores electos el 28 de junio pasado; entre ellos los ocho de la Alianza Proyecto Sur. El mandato que hemos recibido, como consecuencia de propuestas nacionales y locales claras, respaldadas por la trayectoria y la ética de todos, pero encarnadas en la figura de Pino Solanas, generó una gran responsabilidad y desafío, por cuanto confiamos –como muchos otros– en que el espacio popular, emancipador y progresista derrotará al macrismo en el 2011.





Mientras tanto, la tarea legislativa que nos espera debe armonizarse con el espacio político dispuesto a enfrentar el proyecto mercantilista y autoritario del macrismo, que administra la ciudad como a una empresa, trata a la cultura como a una mercancía, al habitante como a un consumidor, a la seguridad como una cuestión meramente policial, al espacio público como un negocio y destinado al bienestar de los sectores privilegiados, a los barrios carenciados como a guetos a la vez que degrada la educación pública –maltratando a sus docentes y dejando a sus edificios en estado de abandono–, desobedece al Poder Judicial y atropella las formalidades institucionales.
La acción en la ciudad no puede estar disociada de la propuesta política nacional que debe orientarla. Por ello no nos prestaremos, en ningún ámbito, al silencio cómplice frente a la degradación de lo público, la entrega o malversación de los recursos de todos, una corrupción impúdica (que se evidencia hasta en las declaraciones juradas de algunos funcionarios o funcionarias); la prepotencia que agravia las instituciones y, fundamentalmente, un régimen que tanto en lo nacional como en lo local profundiza las grandes definiciones económicas y prácticas políticas del menemismo.
En la ciudad debemos impulsar la reestructuración del uso del espacio urbano para revertir el proceso de su privatización y la recuperación del hospital público, impedir la destrucción del patrimonio histórico y cultural (de lo cual el caso del Colón es el ejemplo más notorio), y promover la cultura como identidad, como dimensión existencial y como práctica de la libertad, separándola netamente de la industria del entretenimiento revirtiendo la mercantilización del hecho cultural; formular una política de vivienda y ocupación del suelo que no esté subordinada a las reglas del consumo, la rentabilidad y el marketing urbano; defender la independencia del Poder Judicial frente al Ejecutivo, especialmente en su política de criminalizar la pobreza y la protesta social.
Es necesario replantear el proceso de focalización, descentralización y privatización que subordinó las políticas sociales a los criterios del liberalismo de los ’90 y reinstalar los principios de solidaridad y de participación en las políticas urbanas, para lo cual el rápido y eficaz funcionamiento de las comunas constituye una urgencia impostergable.
Es urgente la evaluación del gasto público, para poner en evidencia el criterio que lo orienta en cada área, y evitar el despilfarro o los negocios de familia. Para ello, la ciudad debe contar con un “presupuesto-programa” que tenga metas físicas, posibilitándose así la permanente evaluación “costo-beneficio” de cada asignación de recursos, entendiendo por “beneficio” el atendimiento de las urgencias los más necesitados; la real mejoría en la calidad de vida de todos, el más humano uso del espacio público y la preservación del ambiente.
Sabemos que la norma que expresa intereses populares y que aspira no sólo a ser votada, sino a una real vigencia, nunca es el resultado de la labor ilustrada del gabinete del legislador, sino que debe ser una respuesta concreta y adecuada a los problemas de la gente que se moviliza para reclamarla e imponerla.
La tarea no es simple ni fácil pero, con la gente, podemos y debemos realizarla.
Fuente:  Infosur