jueves, 26 de noviembre de 2009

Recuperemos EUDEBA. Si se pudo, se puede!!!


La Editorial Universitaria de Buenos Aires (EUDEBA) se cre en junio de 1958 con la misión de cubrir espacios vacantes hasta ese momento: la renovación bibliográfica del ámbito académico (priorizando la producción y circulación científica nacional), la difusión editorial hacia un creciente público no universitario, el rescate de vastos sectores de la literatura argentina, la divulgación científica, la traducción de obras extranjeras insoslayables y el acercamiento a grandes sectores de la población ignorados por las políticas editoriales de la época.
 
Entrando en acción
Cuando surge EUDEBA, no sólo distribuye a través del sistema convencional de librerías. Pretendía llegar, además del público universitario, a la sociedad en general, ofreciendo materiales culturales de alta calidad y baratos. Para ello generó sus propios puntos de distribución, saliéndose del circuito comercial. La prioridad fue satisfacer el derecho de los estudiantes al acceso a materiales económicos, por eso sus primeros locales estuvieron dentro de las facultades. Pero su labor no sabía de fronteras…

Más libros para más gente
El paso siguiente fue abrir sus puertas a toda la sociedad. Los locales de EUDEBA  estaban hasta en el subte. En la calle Florida la gente hacía cola para comprar las novedades de la floreciente editorial, que materializaba la convicción de difundir libros que abordaban todas las expresiones del conocimiento humano, respetando al lector en su diversidad. EUDEBA llegó a tener 40 stands de venta en facultades de todo el país y 41 kioscos propios en las calles. Masivo y de calidad se convirtieron en las dos caras de una misma moneda.

Libros para todos
EUDEBA se convirtió en una así en una de las editoriales más importantes de América Latina, donde se publicaban tanto libros clásicos como textos que marcaban posición en los grandes debates de la época. Desde manuscritos de Copérnico y las mejores traducciones del griego al castellano, codiciadas en el mundo entero por su calidad sin igual, hasta libros sobre la perspectiva mundial en materia energética, pasando por problemáticas sociales locales y publicaciones con un alto contenido nacional.

EUDEBA agrupaba sus títulos en Colecciones, siguiendo ciertos parámetros. La “Serie del siglo y medio”, en conmemoración de los 150 años de la Revolución de Mayo, publicaba libros de los escritores clásicos argentinos. La colección “Ediciones Previas” publicaba textos en preparación de profesores de la Universidad para ser usados por los estudiantes, con la posterior edición definitiva. En sus primeros ocho años EUDEBA  publicó aproximadamente 30 colecciones distintas.

Como ejemplo de actividad de la editorial destinada a fomentar un pensamiento local, puede tomarse el “Gran premio de ensayo Raúl Scalabrini Ortiz”. Este concurso fue creado en 1974; la intención era promover las investigaciones sobre las formas que adoptaba la dependencia económica y cultural en nuestro país. EUDEBA marcó un hito en la historia de nuestro país. Fue una institución pública de vanguardia: una herramienta de excelencia académica para la Universidad (permitiendo a los estudiantes acceder a materiales de alto nivel y baratos) y a la vez una herramienta de difusión hacia toda la sociedad. Fue un proyecto en el que toda la Universidad se involucró, donde se articuló el trabajo con los docentes de la Universidad para poder cubrir las necesidades de cada facultad. En sus primeros ocho años editó 802 novedades (un título cada 4 días) hasta que su labor se frenó con la intervención del a Universidad en el ´66, sin que hasta el momento se haya podido retomar su impulso inicial.

Recuperar EUDEBA como herramienta masiva (tanto para los estudiantes como para la sociedad entera) debe ser una de las prioridades de la Universidad. En estos tiempos en que la lógica mercantil se ha instaurado en todo ámbito social, es fundamental que el conocimiento que la Universidad genera y difunde vuelva a ser considerado patrimonio público.
Lamentablemente, la situación actual es muy distinta. Muy pocos de los libros utilizados por estudiantes de la Universidad se encuentran editados pro EUDEBA, y no parece existir voluntad política de revitalizar a nuestra Editorial.
Mientras tanto, la UBA  ha firmado un convenio con el Centro de Administración de Derechos Reprográficos (CADRA), una asociación de editores y autores que reclama contra el fotocopiado de libros en las universidades por violar los derechos de autor. En dicho convenio, la UBA se compromete a pagar $12,72 anuales por alumno, en compensación por el uso de fotocopias. La Universidad tiene aproximadamente 321.000 alumnos, por lo que se deberán pagar $4.083.120 anuales.
¿Cuál será el presupuesto anual de EUDEBA?

En 1965 la red de distribución de EUDEBA
Contaba con:
830 distribuidoras en el país
40 stands instalados en facultades de Capital Federal e interior
41 kioscos (Capital Federal, Gran Buenos Aires e interior)
7 kioscos en hospitales
65 concesionarios en todo el país
40 vendedores a crédito
35 comisionistas
103 puestos de diarios y revistas
2 librerías propias
1 sucursal en Chile
Distribuidoras y librerías que cubrían América Latina, España,
Estados Unidos, Francia, Alemania, Japón e Israel.
Sólo en ese año se publicaron 239 títulos de los cuales
166 eran nuevos, imprimiéndose un total de 2.428.100 ejemplares.

El conocimiento que alberga y genera la Universidad es patrimonio público de la sociedad
que la sostiene, y no puede seguir midiéndose con parámetros mercantiles.
Resulta indispensable reformular el sistema vigente. EUDEBA puede ser la herramienta
para construir una nueva concepción social del conocimiento.
Frente Universitario – Proyecto Sur


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